El territorio del Estado Islámico es borrado del mapa
El anuncio del final de ISI no era ningún secreto, puesto que el Gobierno de Estados Unidos se adelantó a los hechos.
El territorio del "califato" proclamado por el grupo terrorista Estado Islámico (EI) en 2014 en Siria e Irak fue borrado hoy del mapa, tras los combates en los que cayeron los últimos yihadistas que resistían en la población siria de Al Baguz.
Las milicias kurdas que se enfrentaban al grupo yihadista anunciaron el esperado final del dominio territorial del EI a primera hora de la mañana, después del final de los combates que se adentraron en la noche del viernes en esta pequeña población rural cercana a la frontera iraquí.
El anuncio del final del EI no era ningún secreto, puesto que el Gobierno de Estados Unidos, que apoya a las milicias kurdas con tropas sobre el terreno, se adelantó a los hechos y proclamó la victoria el mismo viernes, mientras sus cazas seguían bombardeando las cuevas en las que se refugiaban los últimos combatientes del "califato".
Los milicianos de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), alianza armada que aglutina a kurdos y árabes, se apresuraron a celebrar la conquista de Al Baguz izando su bandera amarilla, en la que sobresale un mapa de Siria, en las azoteas de los edificios carcomidos por la metralla y los obuses.
Para oficializar la victoria, las FSD celebraron un desfile militar y una ceremonia en una base situada en el campo petrolero de Al Omar, desde donde se ha dirigido la campaña de Al Baguz en los últimos meses.
La base, ubicada en una zona desértica de la provincia de Deir al Zur a unos 90 kilómetros al noroeste de Al Baguz, estaba este sábado rodeada por un fuerte cordón de seguridad montado por vehículos blindados de la coalición internacional.
Rodeado de su cúpula militar y de dirigentes la coalición internacional, el comandante en jefe de las FSD, Mazloum Kobani, proclamó la victoria contra los yihadistas en un discurso ante centenares de soldados, con las combatientes de las YPJ, la brigada femenina kurda, en primera fila.
"Ahora, tras cinco años de combates, declaramos la derrota física del Estado Islámico y el fin de su desafío público contra todos los seres humanos", dijo Kobani en un estrado decorado únicamente por las banderas de las FSD y de Estados Unidos.
Pero la derrota militar del EI, advirtió el comandante, no supone el final de la banda terrorista, que volverá a operar en la clandestinidad, tal y como hace en el vecino Irak, y continuará siendo un "peligro para la región y para el mundo".
En la misma ceremonia, el enviado especial adjunto de EEUU para la coalición internacional, William Roebuck, prometió que Washington "hara lo necesario para asegurar la derrota" del EI, grupo que aún considera que "sigue siendo una amenaza significativa".
La Casa Blanca anunció a finales de febrero que finalmente ha decidido dejar en Siria a entre 200 y 400 militares, después de que el presidente, Donald Trump, anunciara su intención de retirar el contingente de 2.000 soldados que mantiene en el país árabe.
En la ceremonia, las FSD revelaron que en los cinco años de batalla han fallecido 11.000 de sus combatientes y otros 21.000 han resultado heridos, entre ellos cientos de extranjeros que se enrolaron de forma voluntaria para combatir al grupo radical.
Las FSD han sido uno de los principales ejércitos implicados en la ofensiva contra el EI y han logrado expulsar a la banda de varias provincias del norte y noreste de Siria, en su mayoría al este del río Éufrates.
Las milicias kurdas arrebataron a los radicales Al Raqa, la ciudad que el líder del EI, Abu Bakr al Bagdadi, convirtió en la capital de facto de su "califato", que a comienzos de 2015 se extendió desde la ciudad de Al Bab, en el noroeste de Siria, hasta Faluya, a las puertas de Bagdad.
El grupo terrorista fue derrotado en Irak en diciembre de 2017, pero mantiene células activas en el país que siguen cometiendo frecuentes atentados contra objetivos civiles y militares, del mismo modo que mantiene presencia en zonas desérticas de Siria.
EFE